LA AMAZONÍA

La Amazonía es un paisaje inigualable. Con sus 6.7 millones de km2, es el bosque tropical más grande del mundo y hogar de al menos el 10% de la biodiversidad conocida. Sus ríos representan el 15% de la descarga fluvial total a los océanos del mundo, entre ellos el río Amazonas, cuyo caudal medio es de 225 000 metros cúbicos de agua por segundo.  
El bosque tropical amazónico ha sido reconocido por largo tiempo como una reserva de servicios ecológicos no sólo para los pueblos indígenas y las comunidades locales, sino también para el resto del mundo. Se trata además del único bosque tropical que queda de ese tamaño y diversidad. La Amazonía contiene entre 90 y 140 mil millones de toneladas métricas de carbono. 
 
El bioma abarca el territorio de ocho países (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), y un territorio de ultramar: la Guayana Francesa. Además, alberga a más de 33 millones de personas. 5% de esta población es indígena, perteneciente a 350 diferentes grupos étnicos, 60 de los cuales aún son poco conocidos. 

 

AMENAZAS

Una de las mayores amenazas que enfrenta la Amazonia es el incremento de la presión sobre los recursos naturales causada por la migración poblacional y la expansión de la frontera agropecuaria, que dan como resultado un proceso de deforestación y cambio de uso de suelo para cultivos y pastoreo, en desmedro de los bosques.  
Una red de caminos en constante crecimiento, sin planificación adecuada y sin medidas de prevención ni mitigación de impactos ambientales suficientes, está invadiendo los bosques amazónicos para la extracción de madera, minerales, petróleo y gas. A lo largo de estos caminos se producen deforestaciones crecientes e incendios forestales que amenazan a la población local, la vida silvestre y sus hábitats.  
Asimismo, la construcción de grandes represas hidroeléctricas sin las suficientes medidas de mitigación y consideraciones de sostenibilidad ambiental, social y económica, ponen en riesgo el desarrollo armónico de la región. 
  • Actualmente,  algo más del 18% de la selva amazónica original ha sido destruida. 
  • El punto de no retorno está cerca. Será el momento en el que dejará de comportarse como un ecosistema tropical y ocurrirá cuando la deforestación sea de entre el 20% y el 25%, podría suceder en unos 20 años. 
 

TRABAJO DE WWF BOLIVIA EN LA AMAZONÍA 

En Bolivia, WWF trabaja en la Amazonía desde 1999, con el objetivo de conservar grandes bloques de bosque representativos de la biodiversidad amazónica, contribuyendo al mejoramiento de las condiciones de vida de la población local a mediano y largo plazo. Entre nuestras acciones se encuentran:  
  • Fortalecimiento de la sostenibilidad financiera y la gestión de áreas protegidas nacionales, subnacionales y otras unidades de conservación.  
  • Manejo sostenible de recursos naturales junto a las comunidades, generando oportunidades económicas sustentables basadas en los recursos del bosque. 
  • Promoción de la inclusión de estándares y herramientas sociales y ambientales para apoyar la toma de decisiones en proyectos de infraestructura hidroeléctrica y de agua, además del monitoreo y socialización de los impactos causados por las represas hidroeléctricas del Río Madera.  
  • Apoyo a las acciones para la conservación de especies clave de agua dulce, como el Bufeo boliviano.  
  • Contribución a la implementación de acciones para reducir la contaminación del agua por minería aurífera.  
  • Educación ambiental  
 

El PANTANAL

El Pantanal es un mosaico de lagunas, humedales y ríos y constituye la llanura de inundación de la cuenca del río Alto Paraguay. Es uno de los humedales más grandes y mejor conservados del mundo, con una extensión de 158,000 km2, que cubre partes de Brasil (70%), Bolivia (20%) y Paraguay (10%). En 2001 el bioma fue reconocido como Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar. 
El Pantanal comprende una riquísima y abundante biodiversidad. Se han registrado al menos 120 especies de mamíferos, así como 650 especies de aves, 90 reptiles, 40 anfibios, 260 peces, 1030 mariposas y más de 1650 especies de plantas vasculares. Muchas de estas especies están altamente amenazadas, como el ciervo de pantano (Blastocerus dichotomus), la guacamaya roja (Anodorhynchus hyacinthinus) y la nutria gigante (Pteronura brasiliensis), entre otras. 
El Pantanal en Bolivia tiene una extensión de 32,000 km2 y está ubicado en la parte este del Departamento de Santa Cruz. Cubre parte de la jurisdicción de cuatro municipios: San Matías (provincia de Ángel Sandoval), El Carmen Rivero Torres, Puerto Suárez y Puerto Quijarro (provincia de Germán Busch), donde viven aproximadamente 46,000 habitantes trabajando principalmente en comercio, ganadería, servicios de transporte industrial. y agricultura a pequeña escala.  
La mayor parte de su extensión está protegida por el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías y el Parque Nacional y Área Natural de Manejo integrado (PN ANMI) Otuquis, y el Área Protegida Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (APM-UCPN) Tucabaca. 
 

AMENAZAS 

Las principales amenazas para la cuenca del río Paraguay son la deforestación y el manejo inadecuado de tierras para la agricultura y la ganadería, que causan erosión y sedimentación de los ríos, entre otras cosas. Las represas hidroeléctricas están alterando el régimen hídrico natural del Pantanal. El crecimiento urbano y de población conduce a más obras de infraestructura, como carreteras, represas, puertos e hidrovías, poniendo en peligro el frágil equilibrio ambiental del Pantanal.
 

TRABAJO DE WWF BOLIVIA EN EL PANTANAL

WWF Bolivia contribuye a la conservación de este paisaje a través de 
  • Apoyo y fortalecimiento a la gestión de Áreas Protegidas en el Pantanal, con capacitaciones, equipamiento y apoyo en el monitoreo.  
  • Planificación del uso del suelo, incluyendo una visión integral en relación con los cambios en el uso de la tierra y su impacto en los pulsos hidrobiológicos, con el fin de garantizar la conservación de la cuenca.  
  • Impuso a la producción ganadera responsable, consolidando mecanismos de producción sostenible en la cadena de carne vacuna.

EL BOSQUE SECO CHIQUITANO

El Bosque Seco Chiquitano es una de las últimas regiones de bosque tropical seco de América del Sur. Es valioso debido a su ecología única y su importancia histórica y cultural. 
Con más de 24 millones de hectáreas, es hogar de valiosas especies madereras como el cedro, el roble, el ipe y el morado, hacen que el bosque de Chiquitano sea muy atractivo para fines de explotación comercial, lo que también es una amenaza. 
El Territorio Indígena Originario Campesino Monte Verde, agrupa a 130 comunidades indígenas, que habitan casi un millón de hectáreas del Bosque Seco Chiquitano, quienes, a través de actividades de aprovechamiento sostenible de recursos maderables y no maderables, contribuyen a la protección de este importante ecosistema para el país y el mundo.  
 

AMENAZAS

La deforestación y la degradación de los suelos, es una de las principales amenazas que enfrenta la eco región 
Los incendios forestales que sucedieron en 2019, han impactado en 205.000 hectáreas, afectando a 12 comunidades, más de 250 familias y poniendo en riesgo sus medios de vida.  
 

TRABAJO DE WWF BOLIVIA EN EL PANTANAL

WWF contribuye a la Conservación del Bosque Seco Chiquitano  
 
  • Apoyando a las comunidades afectadas por los incendios forestales, a través del acceso a agua potable, equipamiento y capacitación para la atención de incendios 
  • Apoyo en el manejo forestal comunitario en tres comunidades del TIOC Monte Verde, contando a la fecha con 21.000 hectáreas en proceso de Certificación Forestal.  
  • Impulso a iniciativas de emprendimiento para el aprovechamiento de Recursos No Maderables, de asociaciones de mujeres productoras en cuatro comunidades, a través del censo de árboles de copaibo, capacitación y soporte en la co-creación de productos en base a aceites esenciales y la construcción y equipamiento junto a las comunidades, de un laboratorio para la producción artesanal.